Publicador de contenidos

María Legaristi Royo

"Me he dado cuenta de que no necesito demasiado para ser feliz"

31/05/2022

María Legaristi Royo ha vivido dos años y medio en Nouakchott, Mauritania, trabajando como consultora internacional en la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Antes, desarrolló su carrera en Finlandia, Estados Unidos, India y China. En cada uno de esos países tuvo oportunidad de conocer la situación global de cada zona y aprender en áreas como la economía y los negocios, además de ayudar a la población más joven a desarrollar su talento. Actualmente se acaba de mudar a París donde sigue trabajando para la OIT a distancia. Reconoce que el principal aprendizaje de su experiencia internacional es “vivir el día a día disfrutándolo, sin importar qué pasará o qué haré mañana”.

¿Qué te hizo marcharte de Navarra?

Desde pequeña me han inculcado una forma de vida conectada con el hecho de estar abierta al mundo y descubrir otras realidades. Mi casa siempre será mi casa, pero hay muchas cosas fuera para aprender y conocer. Quizá por eso elegí una carrera universitaria que me permitiese visitar diferentes continentes (Europa, América, Asia) y aprender de ellos. Así que, una vez acabé los estudios, busqué la oportunidad de conocer África.

¿Cómo fueron tu llegada y tus primeras vivencias e impresiones en un país tan diferente con una cultura tan distinta a la nuestra?

Mauritania es un país chocante, pero al haber vivido en India, el contraste cultural se hizo menos patente. Aun así, fue fuerte, y más siendo mujer; pero las personas son amables y te abren las puertas como una más de la familia, y el concepto de unidad familiar es muy similar al nuestro.

Háblanos de tu trabajo y de cómo es tu día a día.

Mis inicios en la OIT fueron a través de la puesta en marcha de un proyecto de emprendimiento para jóvenes, desarrollando las capacidades de base como el trabajo en equipo, el liderazgo o la visión estratégica. Pero, a raíz de la pandemia, dando también cabida a una de mis pasiones, fui derivando mis actividades hacia la comunicación. Siempre me ha gustado dar voz a los que no la tienen, tal vez porque fui una niña tímida. Además, en el mundo en que me sumergí, en este rincón de África, me di cuenta de que hace falta dar voz a muchas personas. Así que me dedico a acercar al mundo las acciones que desarrollamos desde la organización y a mostrar que, con esas acciones, se están consiguiendo cambios. No obstante, aún queda mucho camino por hacer y debemos implicarnos todos.

Si te pregunto por los retos a los que has tenido que enfrentarte en el tiempo que llevas ahí, ¿qué me dirías?
 
La comida y el ocio no tienen nada que ver a lo que estamos acostumbrados. Hay productos limitados y muy caros, porque son todos importados. Además, no hay prácticamente oferta de ocio. Tenemos la playa, que es la salvación en los días calurosos a 45ºC, pero el resto de actividades se realizan en casas de amigos.

Aun así, el mayor reto al que yo me he enfrentado es ver marchar a personas que entran en tu vida y se vuelven esenciales en muy poco tiempo. El mundo de la cooperación tiene esa ventaja y a la vez ese punto en contra. Conoces a mucha gente fascinante y con la que conectas porque tienes una misma misión, pero así como llegan se van; y tienes que volver a empezar. Eso se hace duro y pesado.

¿Cuáles serían los principales aprendizajes que atesoras en el tiempo que llevas fuera?

Esta experiencia me ha abierto la mente y ha cambiado mis esquemas. Me he dado cuenta de que no necesito demasiado para ser feliz, pero mi mayor aprendizaje es aprender a vivir el día a día disfrutándolo, sin importar qué pasará o qué haré mañana. Antes, me agobiaba planificando cada segundo, cada mes e incluso cada año. Ahora, me dejo fluir y voy viendo sobre la marcha qué debo hacer para seguir siendo feliz día a día.

¿Cómo funciona la OIT en Mauritania?

Es una organización pequeña pero que gestiona muchos proyectos de valor, especialmente a través de la formación profesional para ayudar a los jóvenes a crearse un futuro. Se trabaja especialmente el campo de la construcción y de la pesca artesanal, pero cada vez se están ampliando más campos de acción como la formación empresarial y emprendimiento, o la transformación de productos locales identificados como cadenas de valor (el cuero, la carne seca, botarga, etc.).

¿Piensas volver pronto a Navarra? ¿Te lo planteas con pena o con ganas?
 
Actualmente sigo trabajando con Mauritania a distancia, pero me he mudado a París para una nueva etapa de mi vida. No está en mis planes volver a Navarra por el momento, a no ser que sea de visita. Dentro de unos meses me gustaría lanzarme a una nueva experiencia en terreno.

¿Qué echaras de menos cuando regreses?

El redescubrirme a mí misma en cada diferente contexto, el aprendizaje de cada país, la riqueza de cada nueva cultura…

¿Qué resumen final haces de tu experiencia internacional?

Creo que me ha ayudado a convertirme en una persona autosuficiente, llena de ganas de aprender cada vez más, con una vida rica y llena de experiencias.