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Entrevista Aritz Izura

"Tras estos años en Bangladesh, me he vuelto un todo terreno y estoy preparado para lo que venga”

En 2014, el pamplonés Aritz Izura Zabalegui dejó Navarra para establecerse en Bangladesh. Es CEO de la empresa Porcelanosa en este país asiático, donde dirige la empresa a nivel operativo y estratégico. En estos ocho años, ha pasado de tener ocho trabajadores a su cargo, a los cien empleados en la actualidad. Una vez superado el choque cultural, de su país de adopción destaca “el dinamismo y un hambre de emprender, aprender y desarrollar nuevos negocios”. Cuando habla de Navarra, desde la distancia, destaca el auge de sectores punteros como “renovables, automoción o agroprocesamiento, que tienen mucho que decir en innovación y desarrollo”. No descarta volver a Navarra, y asume cada día como un nuevo reto y una nueva oportunidad de aprender y ayudar a los demás a desarrollarse.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional hasta llegar a tu actual empleo?

Empecé en el mundo de la distribución trabajando en Pamplona, en tiendas como Kiabi o PC City donde desarrollé actividades comerciales, logísticas y de gestión. Después de un par de años, decidí emprender con unos amigos montando una empresa enfocada al marketing y a las nuevas tecnologías. En esa época creamos por ejemplo el portal de ocio definde.com y eso nos permitió vincularnos al mundo del ocio, la cultura y el turismo en Navarra. Desde esos comienzos, nos involucramos en diferentes proyectos, como Osasuna Manager. Y sacamos algunas publicaciones gastronómicas, acciones de promoción turística, y participé en la creación y colaboración en diferentes eventos.

¿Y cómo surge la posibilidad de salir de Navarra y dar el salto a otro continente?

Una vez acabada esta etapa, seguí ligado al mundo de la cultura y los eventos por cierto tiempo, hasta que llegó el momento en que necesitaba un cambio. Es entonces cuando me surgió la oportunidad de ir a Bangladesh como CEO del asociado de Porcelanosa. Lo tomé como un reto, no me lo pensé dos veces y aquí estoy. Ya han pasado ocho años desde entonces.

¿Qué proyectos desarrollas en tu actual empleo?

Nos dedicamos al sector de la construcción, principalmente a la parte de la venta y suministro de materiales de alto valor añadido, así como a la ejecución de proyectos en obra. Somos los socios de Porcelanosa en el país y distribuimos todos los productos de las empresas del grupo. Trabajamos tanto con cliente particular como con las mayores constructoras de Bangladesh, en edificación residencial, comercial y pública. Cubrimos todo el territorio del país, desde dos sedes ubicadas en Dhaka y Chattogram, que son dos de las ciudades más importantes. Mi labor es dirigir la empresa, tanto a nivel operativo como estratégico, teniendo implicación directa tanto en el departamento de ventas, marketing, financiero y de compras. Todos nuestros productos son importados de España, con lo que está última parte tiene un peso muy importante.

Si te preguntan por lo que más te gusta de tu trabajo, ¿qué destacarías y por qué?

Yo soy una persona muy abierta, me gusta mucho relacionarme y estar en contacto con los trabajadores, clientes, proveedores y otro tipo de colaboradores. Esa parte de mi día a día hace que mi trabajo sea muy dinámico, y eso me gusta. Soy una persona de acción a la que no le gusta ni la monotonía, ni estar ocho horas en un despacho delante del ordenador.

Lo mío es el contacto con la gente, ayudar a hacer todo lo posible para que los proyectos salgan adelante, buscar soluciones que aporten y, junto con mi equipo, crecer y mejorar constantemente. Somos una pyme que ha pasado de cuatro trabajadores a los casi cien actuales en ocho años, y seguimos creciendo. Eso es lo que hace que cada día sea un reto y, a la vez, que no te puedas relajar. Mi trabajo, además de la parte de relaciones públicas y ventas -que es lo que me gusta más-, tiene una parte muy importante de participación en diseño y en soluciones técnicas. Es otra parte en la que me siento cómodo y que me hace aprender cosas nuevas todos los días.
 
Más allá del desarrollo profesional, el choque cultural no ha tenido que ser fácil. ¿Cuáles han sido los principales retos a los que te has enfrentado?
 
Aparte del tema de producto, que era totalmente nuevo para mí -y eso me obligó a ponerme las pilas-,  la diferencia cultural es, quizás, el mayor reto que he tenido que solventar al principio. Una vez que ya conoces la idiosincrasia del país y sus gentes, deja de ser un reto y se convierte en un punto fuerte, pues si te adaptas y eres de mente abierta, te enriquece muchísimo. Tengo la suerte de tener amigos y gente espectacular a mi lado, que están para lo que necesite.

¿Qué diferencias observas en el entorno laboral en el que te mueves con respecto al de Navarra?

Bangladesh es un país en vías de desarrollo y creciendo a un 6-8% anual. Todo va muy rápido aquí, o eso es lo que me parece. Según quien lo vea puede parecer que no, que cuesta todo mucho, y es así, pero yo -que trato a diario con muchos de los más importantes empresarios del país- veo un dinamismo y un hambre de emprender, aprender y desarrollar nuevos negocios, que en Navarra no lo percibo. Creo que en Navarra se vive bastante bien. Esto hace que, en ocasiones, nos acomodemos un poco. Por otro lado, también veo que en Navarra poco a poco algo está cambiando y nos estamos abriendo más al exterior, donde sectores punteros como renovables, automoción o agroprocesamiento, por poner algunos ejemplos, tienen mucho que decir en innovación y desarrollo.

Desde tu punto de vista: ¿qué ventajas ofrece el país en que te encuentras con respecto al desarrollo profesional?

Aquí yo me he hecho a mí mismo, con ayuda de mi equipo y de mis consejeros, y tengo por hacer tanto como quiera, así que el reto es mayúsculo. Creo que en España sería mucho más complicado.
 
¿Qué aprendizajes destacarías?

He aprendido tanto en estos ocho años que, si tuviera que contarlo todo, no sabría por dónde empezar. Quizás lo que más he notado es el desarrollo de la capacidad de liderazgo y la toma de decisiones bajo presión de forma muy rápida. Lo digo siempre: cuanta más gente contrato, más trabajo tengo yo; y en eso estoy ahora, en darle la vuelta, ampliando el equipo de gestión operativa para poder dedicar más tiempo a temas estratégicos. Me he vuelto un “todo terreno” y estoy preparado para lo que venga.

¿Te planteas regresar a Navarra?

Nunca puedes decir que no a volver a tu casa, a tu tierra, con tu familia y amigos. Mi objetivo a corto o medio plazo es seguir en Bangladesh, pero sí que existe la posibilidad de que, en un plazo de cinco o seis años, pueda asentarme de nuevo con mi familia en Navarra; y quién sabe si trabajar con empresas navarras, o seguir vinculado directamente a Bangladesh en diferentes negocios. Desde que empecé a trabajar hace 20 ańos, creo que siempre hay que estar abierto a nuevos retos que te motiven y opciones hay muchas, eso es lo importante.